Durante los agitados días del otoño de 2008 en los que todavía pensábamos que era posible que hubiera un debate razonado y amplio sobre la conveniencia y la posibilidad de conservar los elementos más significativos de la cárcel de Carabanchel, mantuvimos una entrevista con el Subdirector General de Conservación del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura. En esa entrevista entregamos la solicitud y una exhaustiva documentación para que declarasen Bien de Interés Cultural (B.I.C.) la cúpula central del penal. La persona con la que estuvimos hablando (no merece ni que indiquemos su nombre) nos comentó que el derribo «iba para largo» y nos prometió que se personaría en el recinto de la prisión para analizar nuestra propuesta.
Días más tarde, con la cúpula aún intacta, incorporamos nueva documentación a la solicitud, presentándola en el Registro del propio Ministerio. Todavía estamos esperando respuesta.
Hasta ahora teníamos un cierto sentimiento de culpa por no haber insistido al Ministerio de Cultura para que, al menos, estudiara nuestra demanda. Pensábamos que si hubiéramos presionado al citado Ministerio, se habrían visto obligados a analizar sobre el terreno nuestra solicitud.
Pero ya no. Ahora tenemos claro que el Ministerio de Cultura no tiene entre sus prioridades la conservación del Patrimonio Histórico. Nos explicaremos.
Todos hemos oído hablar del Barrio del Cabañal en Valencia, sobre todo en los últimos días. Este barrio, que está calificado como B.I.C. está siendo derribado en parte para ejecutar la prolongación de una avenida de la ciudad. El Ministerio de Cultura ha salido en defensa de los colectivos que pretenden conservar (rehabilitándolo) el barrio valenciano.
Entonces, ¿por qué decimos que el Ministerio de Cultura no se preocupa del Patrimonio Histórico, si está actuando en ese sentido en Valencia? Pues porque este Ministerio no había hecho nada en defensa de El Cabañal. HA SIDO OBLIGADO POR EL TRIBUNAL SUPREMO a que se pronuncie sobre un tema en el que, por Ley, es totalmente competente. Así la Sentencia del Tribunal Supremo insta al Ministerio recordándole "la obligación de pronunciarse sobre el expolio que supone la actuación urbanística derivada del PEPRI del Conjunto Histórico Cabanyal-Canyamelar".
Es decir, ha tenido que ser el Tribunal Supremo el que obligue al Ministerio de Cultura a que cumpla con su cometido. Así que ¿cómo iban a hacernos caso a nosotros, simples ciudadanos preocupados por el mantenimiento de la cúpula de Carabanchel? Ahora entendemos su desprecio hacia nosotros.
Pero seguimos creyendo que algo falla en la Cultura de un país cuando el destino de una edificación notable depende únicamente del criterio de una funcionaria de prisiones…
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