El miércoles 2 de diciembre, tres miembros de nuestra
plataforma asistimos, en respuesta a una invitación recibida desde el Área de
Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, a una reunión en la
sede de dicho organismo para dialogar sobre diversos asuntos relacionados con
la Memoria Histórica.
La cárcel de Carabanchel estuvo
presente en el encuentro
El debate fue presidido por la Delegada del citado
departamento, Celia Mayer. En cuanto a su contenido, se focalizó en su mayor
parte en el nomenclátor franquista y la próxima modificación de diversos
nombres de espacios municipales. Aún así, en varios momentos de la charla se
citó, como no podía ser menos dada su trascendencia histórica, la cárcel de
Carabanchel.
A pesar de que no se concretó nada, por nuestra parte,
leímos el siguiente texto que especifica -una vez más- cuáles son nuestras propuestas
para este Lugar de Memoria:
POR UN CENTRO POR LA PAZ Y LA
MEMORIA EN LA ANTIGUA CÁRCEL DE CARABANCHEL
En primer lugar agradecemos la
invitación a esta reunión, cuya celebración esperamos signifique una voluntad
política clara por parte de la nueva corporación municipal para que en Madrid
se dé un impulso claro a la verdad, justicia y reparación a quienes lucharon
por la libertad y la justicia social, y se acabe con la impunidad del régimen
criminal de Franco.
Como todas y todos conocemos, la
cárcel de Carabanchel se convirtió en uno de los principales referentes de la
represión franquista, pues por ella pasaron prácticamente todas las personas encarceladas
por motivaciones políticas o de orientación sexual.
La Plataforma por un Centro por
la Paz y la Memoria en la antigua cárcel de Carabanchel se creó, junto a
organizaciones de expresos, a iniciativa de asociaciones vecinales de la zona,
que creyeron de justicia incorporar a las reivindicaciones de equipamientos
sociales, un lugar de dignidad y memoria de quienes que fueron vecinos suyos a
la fuerza durante el franquismo.
Mientras en otros países del
mundo estos lugares de cruel represión se han convertido en santuarios de
memoria visitados por líderes mundiales, en nuestro país el mismo gobierno que
aprobaba en 2007 una ley de memoria histórica, un año después daba la orden de
triturar la cárcel de Carabanchel, pese a las protestas vecinales y de
relevantes instituciones que defendían los valores históricos y arquitectónicos
del edificio.
Pero no derribó todo el complejo
carcelario, pues permanece todavía en pie el pabellón del hospital penitenciario,
convertido en Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE-Aluche), en el que se
priva de libertad, de nuevo hoy y en condiciones infrahumanas, a inocentes que
no han cometido delito alguno: Los inmigrantes “sin papeles”. Triste
reconversión de aquel recinto represivo, cuyo pintado de fachada es incapaz de
ocultar las mismas injusticias que de nuevo se reproducen en su interior.
El nombre de Carabanchel sigue
asociado a esta memoria histórica, al igual que pasa en otros muchos lugares
del mundo entero. No lo consideramos como un estigma, ya que nos sentimos muy orgullosos
de quienes fueron nuestros vecinos circunstanciales. Es precisamente por ellos,
y para que las generaciones venideras conozcan in situ lo que nunca debe
repetirse, que exigimos a las instituciones implicadas, la construcción de un
Centro por la Paz y la Memoria de la cárcel deCarabanchel en el único edificio
que no derribaron, el antiguo hospital penitenciario.
Creemos que el Ayuntamiento de
Madrid tiene una gran responsabilidad en ello. Debe modificar el plan
urbanístico que promueva la creación de dicho centro. Y debe dirigirse al
Gobierno Central para solicitar el cierre del CIE (en consonancia con lo
solicitado por otras corporaciones como la de Barcelona) y la creación en su
lugar del centro por la Memoria que las víctimas y el pueblo de Madrid se
merecen.
Pero no debe limitarse a realizar
la petición; el Ayuntamiento debe convertirse además en un agente impulsor de
dicho centro memorialista, promoviendo la recopilación de documentación,
organizando foros y divulgando los valores de la paz, la libertad y la justicia
social que queremos para este centro, tal como defendieron quienes sufrieron la
represión del franquismo.
Es lo que esperamos de una
corporación que logró generar la ilusión de cientos de miles de personas que le
concedieron la responsabilidad de gobernar esta ciudad, que debe convertirse en
vanguardia y ejemplo en la defensa de los valores y derechos humanos.
Plataforma por un Centro por la
Paz y la Memoria en la antigua cárcel de Carabanchel
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