La noche del pasado
domingo, la cadena de televisión La Sexta emitió un nuevo programa de
"Salvados". En esta ocasión, con el título "Ciudadano
Candidato", dedicaron su tiempo de emisión a la más que posible
presentación de candidaturas ciudadanas a las próximas elecciones municipales,
autonómicas y estatales.
Con dos partes netamente
diferenciadas, en la primera se ofreció un debate que, con la mediación de su director,
Jordi Évole, mantuvieron Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente de
Extremadura y Ada Colau, destacada activista de la plataforma antidesahucios y
futura candidata a la alcaldía de Barcelona.
Esta primera parte,
centrada en esa pretensión del movimiento que representa Ada, Guanyem Barcelona,
dejó en el aire la conveniencia y, sobre todo, la viabilidad de una
administración gobernada por movimientos ciudadanos con un funcionamiento
diferente al que nos tienen acostumbrados los tradicionales partidos políticos.
En un giro magistral del
guión, la duda queda totalmente disipada en la segunda parte del programa. ¿Qué
mejor demostración que un ejemplo? Y si ese ejemplo habla de una metrópoli que
fue muchísimo más conflictiva que cualquiera de las españolas...
Pincha en la imagen para ver el vídeo de "Salvados"
Medellín, Colombia.
El equipo del programa se
traslada allí. Durante la segunda media hora se suceden intervenciones de
ciudadanos que destacan el cambio positivo que ha experimentado la ciudad.
También interviene el que fue alcalde de la urbe, Sergio Fajardo. No nos
detendremos a analizar el contenido de esas entrevistas en las que se relataban
experiencias que parecen calcar las propuestas de determinado [y reciente]
movimiento político. Porque queremos destacar otro elemento dinamizador de esa ciudad.
Aunque no aparece en el
programa, uno de los componentes que ha ayudado, y mucho, en esa transformación
fue la creación «de un espacio propuesto
por la Alcaldía de Medellín para promover acciones que
contribuyan a la reconstrucción, la visibilización y la inclusión de la memoria
histórica del conflicto armado en la ciudad, de las últimas
décadas, buscando con ello aportar a la transformación de la historia de
la violencia en aprendizajes sociales para la convivencia
ciudadana, bajo la premisa de “RECORDAR PARA NO REPETIR”»,
según consta en el ideario de proyecto, del cual respetamos hasta los
enfatizados.
Hablamos del denominado Museo Casa de la Memoria.
Museo Casa de la Memoria - Medellín, Colombia
Si accedemos a la web del
museo (www.museocasadelamemoria.org), podemos conocer cual fue el motivo de su
creación: Resulta necesario que las víctimas tengan espacios
para dignificarse, reunir sus memorias, y divulgar sus puntos de vista sobre el
ciclo violento de la ciudad y el país.
Como comprenderéis, nos sentimos plenamente identificados con este lugar y con
su objetivo. Pero os vamos a pedir que sigáis leyendo.
Quienes nos seguís con
asiduidad pensaréis que se trata de otro de los varios ejemplos de esos lugares
"de reflexión" que hemos ido conociendo, admirando y envidiando, y
que nos hemos propuesto compartir con vosotros. Algo que hemos publicado destacando siempre la odiosa
comparación que se produce entre esos sitios, valorados y respetados en sus
países y -muchos de ellos- a nivel mundial, con el triste destino de la cárcel
de Carabanchel.
No es así o, para ser más
exactos, no sólo es eso en esta ocasión.
Hay un matiz que hace del Museo Casa de la Memoria de Medellín un caso
especial, muy especial.
Si accedéis a la página
web del memorial colombiano posiblemente os habrá pasado desapercibido un
"half banner" situado en la parte inferior derecha de la pantalla de inicio,
debajo de la leyenda "Apoyado por". Tenemos que reconocer que, de
entrada, también a nosotros se nos había escapado). En una segunda
visualización nos ha sorprendido: Esos colores rojo y amarillo, ese pequeño
escudo que "nos suena"...
(ampliación)
No hay duda, y, si la
tenéis, acceded a la dirección de internet donde os llevará el enlace existente
en ese rectángulo: La web de la sección en Colombia de la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo, entidad adscrita al Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación (de España, por supuesto).
Es decir, el Gobierno español, que niega toda ayuda a las organizaciones que
intentan preservar la Memoria Histórica en España, está apoyando un museo
memorial en Colombia...
Nota: Lo que denunciamos
aquí no quiere decir -ni de lejos- que critiquemos ese patrocinio. Mucho más si
tenemos en cuenta la coincidencia de objetivos entre el consolidado espacio de
Medellín y nuestro ¿imposible? anhelo en Carabanchel. Lo que pretendemos es
resaltar el evidente doble rasero de nuestros gobernantes al amparar allí un
proyecto que aquí desprecian.
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