Hoy vuelve a ser noticia el CIE de la cárcel de Carabanchel (ya sabéis que nos negamos a denominarlo como CIE "de Aluche").
Diversos medios de relevancia (Cadena Ser, El Diario,...) se hacen hecho eco de un Auto del Titular del Juzgado encargado del control de la controvertida instalación. En un duro comunicado, se destaca la discriminación que sufrieron las personas allí internadas el pasado 1 de octubre, cuando saltó la alarma -final y afortunadamente sin motivo- sobre una posible infección de ébola en uno de los inmigrantes que acababa de ser trasladado desde Ceuta.
El Diario
Cadena SER
Párrafos como "no entender el significado de la Dignidad del ser humano, de su relevancia, alcance y necesidad de preservarla constituye un preocupante y gravísimo desconocimiento por parte de los Agentes de Policía y sus mandos" deberían, al menos, impulsar un debate sobre las condiciones de este centro.
Lamentablemente, no parece posible ese diálogo.
Casi coincidente en el tiempo, hemos tenido noticia de la Proposición No de Ley presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid hace diez días solicitando "el cierre inmediato del CIE de Aluche (Madrid), atendiendo a las inadecuadas condiciones de habitabilidad y diseño".
El resultado de la votación no puede ser más clarificador: el único voto favorable a la clausura correspondió a la formación política que presentó la iniciativa (IU). Los demás grupos políticos (PP, en contra; PSOE y UPyD, abstención) estuvieron de acuerdo en la continuidad de ese espacio carcelario.
Propuesta de IU y resultado de la votación
No sólo a nivel institucional parece imposible [con la actual correlación de fuerzas políticas] un futuro cierre. Hay otro hecho que certifica el nulo interés del Ministerio del Interior en acabar con ese estigma en nuestros barrios: Quien haya pasado estos días por sus proximidades, se habrá percatado de la ubicación de un enorme camión-grúa en el interior del recinto. La obra que se realiza con el apoyo de esta grúa consiste en el cubrimiento con una estructura fija del patio de esparcimiento de los internados.
Por supuesto, ningún cartel informa de los trabajos que se están realizando. Apostamos a que la justificación oficial de los mismos tendrá una buena dosis de cinismo humanitario (proteger a los inmigrantes recluidos de las inclemencias meteorológicas). La realidad es que es una medida añadida para intentar invisibilizar aún más su existencia. Con la nueva construcción ya no se verá desde el Camino del Cementerio, a los allí concentrados, cuando salgan al cercado exterior.
En unos meses "celebraremos" (entrecomillado adrede) los diez años de la inauguración de este infame establecimiento. Parece claro que ese décimo aniversario no será el último... ¿o tal vez sí?
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