En estos momentos, por motivos "vacacionales", no podemos crear una entrada muy extensa. Pero no hemos querido pasar por alto un nuevo artículo publicado por el arquitecto-urbanista Eduardo Mangada (ved más información en nuestra entrada anterior).
Queremos resaltar nuestro acuerdo casi absoluto con el contenido de la publicación, pero, cuando leemos párrafos como el que reproducimos a continuación, nos invade una enorme indignación y desprecio hacia este personaje:
«Cabe añadir otro concepto de vacío al referirnos a los edificios, los grandes edificios, públicos o privados, que han sido vaciados de actividad pero mantienen una configuración física, fachadas y perfiles, conformados por unas fábricas duraderas y que se ofrecen a la ciudad como “contenedores” capaces de acoger nuevos usos, más actuales y enriquecedores de la vida urbana, conservando al mismo tiempo su valor como referentes patrimoniales de la historia, más o menos reciente, de la ciudad, no solo como mecanismo para sustituir anteriores usos por actividades más rentables para sus propietarios o nuevos operadores inmobiliarios.»
Para que comprobéis que no hemos inventado nada y que no hemos alterado el texto (resalte en rojo aparte), aquí podéis leer la noticia completa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario