Como miles de madrileños, algunos miembros de la Plataforma hemos asistido hoy a la manifestación contra el proyecto del Arzobispado y Ayuntamiento de Madrid respecto de los terrenos anejos a la iglesia de San Francisco el Grande. Es un proyecto que también rechazamos totalmente, y la lucha vecinal que ha despertado, como no podía ser de otra forma después de nuestra vivencia en Carabanchel, nos es especialmente próxima.
Lo sorprendente ha sido compartir ese acto con miembros del PSOE, partido político cuya actuación, durante las protestas por Carabanchel, fue radicalmente opuesta al movimiento ciudadano y social. Y es que, además, en su afán por obtener réditos electorales, alguno de esos miembros se atreve a realizar declaraciones a los medios informativos cuyo contenido, a poco que recapacitase, debería provocar su sonrojo.
Así es como, la misma persona que, hace unos meses, alababa “el esfuerzo realizado por el Ministerio del Interior” por el que se privatizaba el 40 por ciento del terreno público donde se ubicaba la antigua cárcel de Carabanchel y defendía la instalación, en unos barrios deficitarios de equipamientos, de las oficinas y dependencias de Instituciones Penitenciarias, hoy se manifiesta en contra del destino que se pretende dar a un solar propiedad de la Archidiócesis de Madrid.
El mismo político, cabeza visible en Madrid del partido que llevó a cabo la demolición total de Carabanchel, hoy califica de “atentado flagrante contra el patrimonio histórico, arqueológico e identitario de la ciudad” el proyecto del Minivaticano madrileño.
Don David Lucas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, ahora reafirma su opinión indicando que “son muchas voces autorizadas como arqueólogos, arquitectos, urbanistas o historiadores los que están contra el Proyecto”, olvidando por donde se pasó su partido esas mismas voces autorizadas cuando se oponían a que arrasaran Carabanchel.
¿Cómo consiguen algunos políticos que no se les caiga la cara de vergüenza?
Lo sorprendente ha sido compartir ese acto con miembros del PSOE, partido político cuya actuación, durante las protestas por Carabanchel, fue radicalmente opuesta al movimiento ciudadano y social. Y es que, además, en su afán por obtener réditos electorales, alguno de esos miembros se atreve a realizar declaraciones a los medios informativos cuyo contenido, a poco que recapacitase, debería provocar su sonrojo.
Así es como, la misma persona que, hace unos meses, alababa “el esfuerzo realizado por el Ministerio del Interior” por el que se privatizaba el 40 por ciento del terreno público donde se ubicaba la antigua cárcel de Carabanchel y defendía la instalación, en unos barrios deficitarios de equipamientos, de las oficinas y dependencias de Instituciones Penitenciarias, hoy se manifiesta en contra del destino que se pretende dar a un solar propiedad de la Archidiócesis de Madrid.
El mismo político, cabeza visible en Madrid del partido que llevó a cabo la demolición total de Carabanchel, hoy califica de “atentado flagrante contra el patrimonio histórico, arqueológico e identitario de la ciudad” el proyecto del Minivaticano madrileño.
Don David Lucas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, ahora reafirma su opinión indicando que “son muchas voces autorizadas como arqueólogos, arquitectos, urbanistas o historiadores los que están contra el Proyecto”, olvidando por donde se pasó su partido esas mismas voces autorizadas cuando se oponían a que arrasaran Carabanchel.
¿Cómo consiguen algunos políticos que no se les caiga la cara de vergüenza?
1 comentario:
Tienen mucha cara, se justifican diciendo que "vengo como concejal", "ahora vengo como vecino", "vengo como ministro"... En fin, dependiendo del acto o la ocasión así se van transformando, pero esa esquizofrenia política se ve que no les afecta.
Un abrazo.
Publicar un comentario